141º años de la División Expedicionaria al Atlántico Sur

El 24 de septiembre de 1883, el gobierno nacional dispuso que se instalen Subprefecturas en la isla de los Estados y en Ushuaia. La misión estuvo al mando del Comodoro Augusto Lasserre.

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Las repúblicas de Chile y Argentina suscribieron, el 23 de junio de 1881, el tratado que fijó las normas generales que servirían de base a los peritos para trazar el límite divisorio internacional.

El gobierno argentino, desde que en virtud de aquel tratado incorporó definitivamente a su patrimonio esta facción territorial fueguina, quedó abocado a la necesidad de establecer allí su autoridad. O sea, la representación externa de su soberanía.

Desde el Departamento de Marina se originó, el 24 de septiembre de 1883, el decreto que fijaba como indispensable designar al personal militar y material naval que debían concurrir a realizar aquella operación, a la vez que practicar el reconocimiento y estudio de las costas orientales de la Patagonia.

También destacaba que el Ministerio de Guerra y Marina proceda a la instalación definitiva de las Subprefecturas Marítimas creadas por la Ley de Presupuesto en la Isla de los Estados y en la Tierra del Fuego.



Se designó para cumplir con esta misión a la cañonera “Paraná”; el buque escuela corbeta “Cabo de Hornos”; el transporte “Villarino” y el cúter “Santa Cruz”, sumándose el aviso “Comodoro Py” y el cúter “Patagones”.

 
El vapor auxiliar “Comodoro Py”, era una antigua torpedera italiana la que, por su reducido tamaño -alrededor de 90 toneladas-, resultaba adecuada para la navegación en los canales fueguinos.

El jefe de la expedición militar, denominada División Expedicionaria al Atlántico Sur, fue el Coronel de Marina Augusto Lasserre, quien estuvo acompañado por el Prefecto Marítimo Carlos Mansilla y del Subprefecto del Puerto de Santa Cruz Carlos Moyano.

De esta manera, quedó decretada la instalación de las Subprefecturas de la Tierra del Fuego e Isla de los Estados, la designación de las autoridades, del personal y de las naves de guerra que debían concurrir a realizar aquella solemne operación.

 
El transporte “Villarino”, buque sólido de buen gobierno, aseguró el transporte de los materiales y víveres para la instalación de las Subprefecturas.

En abril de 1884, la División se concentró en San Juan del Salvamento, puerto natural abierto sobre el extremo oriental de la Isla de los Estados, donde hasta mediados de septiembre, atravesando las mayores dificultades en razón del clima (la lluvia y la nieve cayeron casi sin interrupción), se realizaron los trabajos para levantar las casas y los galpones donde se instalaría la primera Subprefectura, y un faro destinado a señalar la entrada de la bahía.

Terminada esta primera parte de su operación, la División Expedicionaria tomó dirección hacia el canal Beagle, que deparó a los tripulantes de la Escuadrilla un espectáculo natural que sólo podían haber visto en sueños.

Los buques encolumnados de Lasserre navegaron con andar cauteloso a lo largo del canal hasta dar fondo, el 28 de septiembre de 1884, frente a la amplia y hermosa bahía de Ushuaia que no estaba sola.

 
Sobre un claro abierto en el monte, coronado por la elevada serranía, se extendía un caserío, algunas cabañas y una capilla en un predio en el que varias veces habían levantado una bandera británica.

Se había instalado allí la misión de la Iglesia Anglicana, a cargo del reverendo Thomas Bridges, que pretendía evangelizar a los pobladores yámanas.

 
South American Missionary –entidad misionera constituida para civilizar al aborigen sudamericano- se había propuesto la evangelización de los indios yaganes habitantes del canal Beagle e islas más al sur.

Durante la permanencia de la Escuadra en Ushuaia, Bridges se puso a las órdenes del Coronel de Marina Laserre y colaboró en la elección de los lugares apropiados para levantar las casas de la Subprefectura y colocar las luces y señales para el acceso al fondeadero.

Ambos hicieron, además, en la lancha a vapor “Paraná”, un recorrido por la costa de la isla Navarino de visita a las colonias indígenas, llegando hasta Wulaia.

lancha a vapor “Paraná”

Durante la navegación exploradora, Laserre asistido por Bridges preparó y redactó el reglamento que debía regir las relaciones entre el personal subalterno de la Subprefectura y de los buques de la Nación “con los indios catequizados, alimentados y vestidos por misioneros y evitar en cuanto se pueda todo motivo de queja, de una u otra parte, estableciendo mutuo respeto y consideración”.

La construcción de los cuatro edificios donde se instaló la Subprefectura concluyó el 12 de octubre. Llegado el momento de inauguración, se reunieron frente al local principal el Comandante de la División, los empleados de la nueva dependencia marítima, los Comandantes de los buques, el reverendo Bridges con sus misioneros y los treinta hombres de la guarnición.

 
“Solemne y oficialmente inaugurada la primera Subprefectura en estos territorios, que representará en ellos la autoridad argentina y ejercitará nuestra propiedad”, alzó su voz el Coronel de Marina Lasserre.

Luego, con los honores reglamentarios, se izó el pabellón argentino que flameó por la fresca brisa fueguina, mientras repercutían acompasadamente los veintiún cañonazos de las salvas que se hacían desde la cañonera “Paraná”.



Fuente: Gaceta Marinera

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